Capilla de los Santos Mártires, Oliete
El fenómeno de las capillas abiertas es una de las creaciones más originales del patrimonio turolense. Se concentran, sobre todo, en la mitad oriental de la provincia y son fruto de la gran cantidad de recintos amurallados que se dieron en este territorio. Muchos de los arcos de muralla, desaparecido su valor defensivo, se convirtieron en lugares preferidos para expresar la religiosidad popular, erigiendo sobre ellos espacios para el culto y conservando así un valor simbólico muy vinculado a esa linde entre lo urbano y lo rural. Las de Oliete fueron construidas entre los siglos XVII y XVIII y son, en conjunto, las más representativas de nuestra comarca.
La tipología más habitual es un volumen cúbico apoyado sobre el doble arco del portal, que se abre intramuros mediante un vano con arco casi siempre de medio punto, barandilla de madera y hojas de carpintería del mismo material. La estancia se suele cubrir con bóveda de casquete esférico sobre pechinas, dispone de una escalera empotrada en uno de sus muros laterales y se remata con un sencillo tejado.
La capilla de los Santos Mártires (san Fabián y san Sebastián) se encuentra al final de la calle Mayor de Oliete, sobre un portal que suponía la apertura del pueblo hacia el este. En un cartel con información histórico-artística (los hay junto a todos los arcos) puede leerse que las puertas de la muralla se abrían durante el día y controlaban el paso de personas, animales y mercancías, dejando extramuros a enfermos contagiosos o sospechosos de pillaje. Está construido con ladrillo tradicional y en su parte exterior todavía conserva la cerámica del siglo XIX que informaba al viajero: “Villa de Oliete. Partido de Híjar. Provincia de Teruel”.
A la capilla, que se abre por medio de un amplio arco rebajado, se accede por una estrecha escalera situada bajo el portal. Está protegida por una sencilla verja que permite la visión del interior desde la calle. Se cubre con cúpula sobre pechinas y un sencillo retablo acoge las imágenes de los dos santos. Hay una polea para tañer la campana (que data de 1700), un elemento básico para congregar a los vecinos a los rezos o festejar el día de los santos.
San Fabián y san Sebastián son los protectores contra la peste y diversas plagas. Su fiesta se celebra el 20 de enero y en Oliete se conserva la tradición de encender una hoguera.
Bibliografía
- Lerma Loscos, Josefina, "Ermitas y capillas de la comarca Andorra-Sierra de Arcos. Ermitas y capillas de Oliete", BCI (Boletín de Cultura e Información de la comarca Andorra-Sierra de Arcos) n.º 35, Andorra, CELAN-Comarca Andorra-Sierra de Arcos, diciembre 2019, pp. 16-20.
- "Capilla abierta de los santos Fabián y Sebastián", Patrimonio arquitectónico. Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA)
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Thomson, Teresa, "La capilla-portal de los Santos Mártires", Catálogo artístico y monumental, Fundación Quílez Llisterri. Fomento de Arte y Cultura en el Bajo Aragón.