Capilla de los santos Mártires en Estercuel
Los santos Mártires (san Fabián y san Sebastián) se adoptaron desde la Edad Media como protectores contra las epidemias, sobre todo de peste, que asolaron las poblaciones europeas en varias oleadas.
Según la tradición oral, los habitantes de Estercuel levantaron esta capilla en acción de gracias por haberse librado de un contagio. Los santos Mártires también recibían culto en la parroquia, en la que se custodiaban unos huesos en un relicario de plata.
Para conmemorar aquella protección, se empezó a celebrar la Encamisada, una fiesta en la que el concejo y personas notables desfilaban de noche con hachas (grandes velas) y hogueras encendidas. Frente a esta capilla todavía hoy se reza una salve y se enciende la primera hoguera del popular recorrido.
No hay acuerdo en cuanto a la fecha de su construcción, que algunas fuentes sitúan en el siglo XIV y otras en el XVII. Las razones para considerar mayor antigüedad son: su situación -sobre la puerta principal de la muralla-, la forma apuntada del arco -característica del estilo gótico- y una columna de piedra cuyo capitel conserva una inscripción ilegible, pero reveladora de un pasado remoto.
Por otro lado, las capillas sobre arcos fueron frecuentes en la zona en el siglo XVII y, en este caso, el vano adintelado, la escalera lateral en el exterior, la barandilla de madera y, sobre todo, la decoración vegetal de yeso con la técnica de esgrafiado provienen de esa época barroca. La capilla, el pequeño retablo de yeso, la hornacina con imágenes de escayola de los santos Mártires y el techo a dos vertientes rematado con tres claves decorativas fueron restaurados por la Fundación Santa María de Albarracín en 2014.
Bibliografía