Las colcheras eran mujeres que utilizaban el procedimiento del acolchado (confección de prendas con dos capas de tela y un relleno en medio) para la realización de cobertores tipo edredón.
En Andorra hubo varias mujeres que elaboraban colchas para su venta. Una de ellas, Pilar Bielsa Alquézar, explicaba en un artículo para el BCI n.º 5 (ver en las referencias bibliográficas) los pormenores del oficio.
Pilar Bielsa (casada con Mariano Alloza) aprendió de su madre a hacer colchas (lo que hoy llamaríamos edredones, pero pequeños, ya que solo cubrían el colchón y no caían a los lados e la cama). Trabajaba por encargo; sobre todo, para ajuares de novia.
Para camas grandes se necesitaban 12 metros de tela y 12 kilos de lana para el relleno.
La tela que mejor se trabajaba era la cretona. Tenía que coser primero la tela por el revés y meter después la lana bien lavada y, al acabar de rellenarla, le hacía los dibujos puesta encima de un cañizo y cosida con hilo de perlé y una aguja gorda.
Primero dibujaba con carboncillo el dibujo para poder guiarse. Con el hilo sujetaban lana a la tela y dibujaban en el centro una margarita o una estrella y en las esquinas solían bordar espigas.
Referencias bibliográficas
- Villarroya, Pilar, "La colchera" BCI (Boletín de Cultura e Información) n.º 5, Andorra, CELAN, otoño 2002.