Centro de Estudios Locales de Andorra
El dance es una institución peculiar del folclore aragonés de carácter religioso, dedicado a solemnizar las fiestas en honor de los patronos de los pueblos. El dance de Alloza se baila en honor a su patrón, San Blas. El día del patrón, 3 de febrero, se acompaña al santo en la procesión y se realiza un pasacalle. Era costumbre recorrer el pueblo visitando a los ancianos y enfermos que no podían acudir a la representación del dance. Por la tarde se representa la pastorada y se bailan las mudanzas de palos y espadas.
La organización del dance ha correspondido siempre a la Cofradía de Santa Bárbara, tras la desaparición de esta asociación la representación se llevó a cabo por la iniciativa del párroco y actualmente se debe al impulso del ayuntamiento.
El texto que se emplea está datado en 1929 y es fruto de la fusión que realizó mosén Paulino Gómez de otros textos anteriores. Después de este año se representó de nuevo en 1958, en 1981 y 2005. En cada ocasión el texto ha sufrido ligeras modificaciones con el fin de dar sentido y actualidad a algunas escenas o situaciones del dance.
Una de las curiosidades del Dance de Alloza es que en cada una de las sucesivas ediciones la edad media de los participantes ha ido bajando notablemente. En 1958 fueron jóvenes que ya habían terminado el servicio militar e incluso alguno ya estaba casado; en 1981 fueron mozos con edades entre los 16 y los 20 años; en 2005 el mayor de todos no alcanzaba los 14 años.
En cada una de las ocasiones en las que el dance se recuperaba no se hacía una única representación en el día de San Blas, sino que se repetía en otras fechas y lugares tan variados como en el Monasterio del Olivar, en Teruel, en el concurso celebrado en Pastriz (Zaragoza), donde los allocinos quedaron en tercer lugar, en el Monasterio de Piedra o en Zaragoza con motivo de una mesa redonda en torno al dance aragonés.
No nos cabe duda de que una de los características más llamativas del Dance de Alloza es el traje utilizado por los danzantes. Éste consta de camisa blanca, falda de color rosa, que llega hasta las rodillas, cubierta por otra transparente que acaba en puntillas bordadas, en la cintura un corsé o corpiño a modo de faja, sobre los hombros una capa corta y un gorro cilíndrico en la cabeza; tanto el corpiño como la capa y el gorro son del mismo color rosa que la falda y llevan adornos a base de lentejuelas y puntillas. Además se llevan medias blancas bordadas y zapatillas con unas cintas rojas que se atan a las piernas por debajo de las rodillas. Todo esto se complementa, según la mudanza que se interprete, con unos palos de madera de latonero (almez) o con espada y broquel de pino o nogal; estos complementos están adornados con unas rayas blancas y azules. En algunas ocasiones las espadas de madera fueron sustituidas por otras de metal, actualmente en el Ayuntamiento de Alloza se conservan una docena de espadas "de verdad" adquiridas en Toledo.
En 1929 no todos los trajes eran del mismo color y los había blancos, azules, amarillos, rosas..., aunque entre los danzantes predominaban los vestidos de blanco o de blanco y azul. Esta combinación coincide con la decoración de los palos, por lo que en su día pudo ser el traje "oficial" hasta la aparición de otros colores, fruto del mayor poder adquisitivo y del consiguiente deseo de destacar en el Dance.
En los años 1958/59 se empleó un traje muy diferente, compuesto por pantalón, camisa y zapatillas blancas, corbata roja y chaqueta corta, de color azul, adornada con un lazo largo que colgaba hasta las rodillas. El cambio de vestimenta estuvo motivado por la negativa, tal vez por vergüenza, de algunos danzantes a ponerse falda (hubo unos años en los que esta situación fue frecuente y también sucedió en el Dance de Urrea de Gaén, donde se solucionó sustituyendo la falda por el calzón corto de baturro). Según otras opiniones el cambio fue debido a que las economías domésticas eran muy modestas y era difícil destinar dinero a un vestido con un uso tan limitado. El cambio de indumentaria fue la causa que impidió que el Dance de Alloza viajara hasta Madrid, ya que la responsable de Cultura interpretó que no era muy antiguo, que era moderno, a pesar de manifestar que le había gustado mucho.
En 1981 la banda ya había desaparecido y el dance se acompañó de tambor, saxo y trompeta. No se disponía de las partituras impresas en papel, aunque sí en la memoria colectiva, y a los intérpretes hubo que cantarles una y otra vez las melodías hasta que las aprendieron; por el contrario, ellos sí que ya las dejaron escritas para comodidad de las posteriores ediciones.
Para la puesta en escena del 2005 se quiso volver a las dulzainas originales y para ello durante varios meses un grupo de jóvenes allocinos se dedicaron a aprender el manejo del instrumento y las mudanzas del Dance. Esta iniciativa resulta muy interesante ya que de este modo no hay que depender de músicos ajenos a la localidad, y esto es algo que ayuda mucho a la continuidad del dance.
Como hemos visto anteriormente, no siempre se ha tocado en el dance con los mismos instrumentos, por lo que hay que contemplar la posibilidad de que las melodías hayan sufrido alguna contaminación a la largo del tiempo, debido a las posibles adaptaciones a los diferentes instrumentos empleados. A este hecho no hay que darle mayor importancia ya que la mayoría de las músicas tradicionales sufren una evolución natural y soportan numerosas modificaciones con los años.
La primera mudanza que se baila es el pasacalles titulado La maruseña, que es un baile de palos, y se hace de modo independiente del resto del dance. Es costumbre recorrer el pueblo por la mañana visitando todas las casas donde haya enfermos o ancianos que no puedan acudir a la representación de la tarde y bailar la mudanza ante la puerta. Antiguamente se correspondía con algún pago en especie (vino, embutidos, huevos...) que servían para que todos los participantes del dance comieran juntos.
Esta misma mudanza se vuelve a bailar varias veces en el transcurso de la procesión y también se repetía por la tarde cuando se llevaba la imagen del santo hasta la plaza.
Tras la procesión venía la misa, y en el interior de la iglesia los danzantes también bailaban una mudanza de palos, en esta ocasión sin saltar durante su ejecución. Desconocemos qué música se empleaba en el año 1929; en 1958 se incorporó la música de la Marcha Real (o lo que es lo mismo: el himno nacional) para bailarla con los palos en el momento de "alzar a Dios".
Dentro del dance se interpretan tres mudanzas y el baile de dichos. Este último es una melodía que se repite después de que cada pareja de danzantes hayan recitado su dicho al santo y la van bailando hacia atrás, para no dar la espalda al santo, hasta colocarse al final de la fila.
La mudanza de palos se conoce con el nombre de Los jóvenes de este pueblo; la melodía tiene una cierta semejanza con la mudanza de palos que se baila en el Dance de Santa Bárbara de Andorra y también con la Cortesía del Dance a la Virgen de Arcos de Albalate del Arzobispo; también hemos oído mudanzas similares en el Dance de Sariñena y de otros pueblos de los Monegros (allí interpretadas con gaita de boto); estos parecidos, por múltiples causas que sería largo especificar aquí, son muy habituales en Aragón.
Con espadas se baila también La bella Suiza; ésta es una danza de las conocidas en los dances con el nombre de "degollaos", ya que en su evolución se van colocando las espadas alrededor del cuello del diablo, y que se remata subiendo el Ángel sobre las espadas para proclamar, de forma simbólica, el triunfo del bien sobre el mal. La melodía, que seguramente es la más bonita de todo el dance, parece ser que la incorporaron los músicos de la Banda de Música en 1929 y procedía de uno de los bailables que interpretaban en sus sesiones festivas. En el año 2001 La Orquestina del Fabirol incluyó en su disco Acumuer una adaptación de esta canción con el título "Testamento de una tierra dolenta".
EL CELAN (Centro de Estudios Locales de Andorra) tiene como objetivo la investigación y estudio de los diferentes aspectos de la realidad cultural de Andorra y su ámbito comarcal, así como la defensa del Patrimonio Artístico e Histórico.
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El Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) comenzó su andadura en la primavera de 1999. Sus miembros fundadores proceden básicamente del Departamento de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del I.E.S “Pablo Serrano” de Andorra y de la Universidad Popular de Andorra.