En Aragón se denomina “gallipuente” a una especie de puente sin barandas que se hace en las acequias para atravesar hondonadas y comunicar los campos. Por extensión la palabra se utiliza también como sinónimo de acueducto.
En Alloza se conoce como Gallipuente (o Gallipuén) un acueducto de piedra a través del cual el agua de la rambla principal -conocida indistintamente con los nombres de Piniella y Canales- salvaba un importante desnivel y era canalizada hasta el barranco del Salto, donde surtía una compleja red de acequias para abastecer numerosos huertos.
Su construcción se remonta a la Edad Moderna. Situado a unos 500 metros al sur de la localidad, dejó de utilizarse hacia mediados del siglo XX. La hiedra ocultó casi por completo la construcción y el cauce del barranco llegó a ser inaccesible, plagado de vegetación y ramas de los viejos latoneros que crecen en los bordes de estos barrancos.
Con la colaboración vecinal, el Gallipuente se restauró entre 2002-2003 y el camino o rambla de acceso fue empedrado; a finales de 2007 el ayuntamiento acabó de acondicionar la zona con un espacio de recreo infantil. Muy cerca se encuentra la fuente de las Señoritas, un antiguo manantial al que se acudía de merienda.
Puede consultarse la ficha en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA).