Centro de Estudios Locales de Andorra
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Los bosques de esta zona, al sur de Ejulve, son una muestra muy variada de vegetación montana característica del agreste Maestrazgo, ocupan una extensa área a la izquierda de la carretera A-1702, por la pista que sale hacia Cuevas de Cañart en el Km 16,400, por la Valredonda, la Hoya de Villasecos hasta el territorio denominado "Masías de Ejulve".
El arbolado de este territorio montano del Maestrazgo es variado, al haber en él diferentes altitudes, exposición, tipos de suelos y a las plantaciones para repoblación del siglo pasado. En las laderas (las más húmedas y altas de la comarca) encontramos bosques mixtos con mezcla de especies de coníferas, frondosas (quercíneas) y otras, por ejemplo agrupaciones de pino carrasco (Pinus halepensis), con encina o carrasca (Quercus rotundifolia) o bien pino laricio o negral (Pinus nigra) con quejigo o rebollo (Quercus faginea), habitualmente en ambientes poco densos o abiertos. Vemos, además, restos de bosque solo de pino laricio (Pinus nigra subsp. Salzmannii), propio de suelos calcáreos tan abundantes en esta zona y altitudes superiores a los 1000 m, bien conservados aunque no muy extensos, y preferentemente en umbrías.
La extensión era mayor pero el gran incendio del 2009 hizo desaparecer valiosos enclaves o relegó algunos a su mínima expresión, como en la umbría del Sartenero .
Además, encontramos pino rodeno (Pinus pinaster), en suelos arenosos, y toda una suerte de coníferas foráneas junto a bosquetes de quercíneas, sabinas negrales (Juniperus phoenicea) y enebros (Juniperus oxycedrus y J. communis).
En los años 60 del siglo XX el ICONA repobló el espacio de las Masías de Ejulve con la variedad austriaca de pino laricio (Pinus nigra subsp. nigra) y otras especies no territoriales como el abeto blanco (Abies alba), el pinsapo (Abies pinsapo), el pino de Oregón (Pseudotsuga menziesii), conocido como abeto de Douglas, el ciprés de Arizona (Cupresus arizonica) o el pino de Monterrey (Pinus radiata), entre otras.
Las masadas o masías que caracterizan este territorio son antiguas construcciones que permitieron el asentamiento humano y la explotación de los recursos naturales de estas duras tierras y solo queda alguna habitada, aunque bastantes se mantienen y conservan en buen estado y otras muchas están ya caídas. Se constituían como unidades agroganaderas independientes, con un alto grado de autosuficiencia y cuyos moradores, los masoveros, desarrollaron en el clan familiar el eje vertebral de su desarrollo y continuidad.
En la zona destacan a su vez árboles notables y singulares como la sabina de la Val Redonda (Juniperus thurifera), reconocida en el catálogo de árboles singulares, quizás el árbol más longevo de la comarca, con una edad de entre 800 y 1000 años, las carrascas y el tilo de Los Barrancos, el pino de Villasecos o el de la Torda.
Destaca, así mismo, el gran número de ejemplares añosos de pino laricio, muy viejos, aislados en zonas que fueron extensos bosques de este espectacular pino, supervivientes de las cortas y convertidos en árboles sesteaderos, pararrayos o tederos.
Un elemento protagonista de esta zona es su geología, las rocas calizas y sus caprichosas formas, como el Torreón de Los Barrancos, curioso monolito rodeado de pinares, los poljes o grandes depresiones de disolución en calizas, las cuevas, travertinos, los grandes pliegues que doblan las rocas o los barrancos infranqueables… hacen de ella una excelente escuela de geología.
Esta es una ruta distinta a las demás, pues su longitud aconseja realizarla en coche, si bien puede realizarse andando en varias jornadas. Desde el Collado Frío (km 16,400 de la A-1702) partimos dirección Cuevas de Cañart, para conocer la Val Redonda y su soberbia sabina albar milenaria. Después nos dirigimos hacia el polje (depresión alargada de disolución de calizas) de Villasecos con las extensas alineaciones de pinos laricios de Austria, para continuar hacia el corazón de las Masías de Ejulve con muchos elementos de interés en flora, fauna, geología, paisaje y arquitectura popular.
EL CELAN (Centro de Estudios Locales de Andorra) tiene como objetivo la investigación y estudio de los diferentes aspectos de la realidad cultural de Andorra y su ámbito comarcal, así como la defensa del Patrimonio Artístico e Histórico.
La actual organización del CELAN fue aprobada en la Asamblea General de Socios de febrero de 2001. Los órganos directivos -como las de cualquier organización- son la Asamblea General de Socios y la Junta Directiva.
El Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) comenzó su andadura en la primavera de 1999. Sus miembros fundadores proceden básicamente del Departamento de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del I.E.S “Pablo Serrano” de Andorra y de la Universidad Popular de Andorra.