Centro de Estudios Locales de Andorra
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Central Rivera-Bernad (fotografía JAP). |
La Compañía Eléctrica Rivera-Bernad, sociedad en comandita con sede en Albalate, se fundó oficialmente en 1901, fecha en la que la Central Eléctrica comenzó a funcionar a pleno rendimiento, si bien un año antes, exactamente el día 7 de enero de 1900 ya había sido inaugurado en Albalate de forma provisional el alumbrado eléctrico.
La primera obra de la compañía consistió en la construcción de una presa con cemento y arena en el río Martín, unos 8 km aguas arriba de Albalate, y en la margen derecha se construyó la acequia para canalizar las aguas. Desde aquí hasta el embalse construido frente a la central se realizaron una serie de túneles, viaductos y trincheras a lo largo de tres kilómetros, para lo que se emplearon más de 17 000 kg de dinamita y cuyo coste económico ascendió a 193.571 pts.
Una vez asentada y consolidada su producción, que en un principio se dirigió fundamentalmente al consumo de Albalate y las zonas más próximas a la central, se decidió extender su radio de acción.
Desde 1902 sus responsables comenzaron a poner en práctica el plan estratégico de la Compañía (pergeñado desde su fundación), cuya finalidad más ambiciosa en una primera fase consistía en llevar la corriente eléctrica a un total de 24 pueblos de las provincias de Teruel y Zaragoza. El 30 de agosto de 1904 el gobernador civil de Teruel otorgaba la concesión a la empresa albalatina y en 1905 se inauguró la puesta en marcha de la central.
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Plano proporcionado por Manuel Oliver Gil, el Lucero |
Desde la central se montaron cinco líneas para el transporte de la corriente eléctrica; una de ellas en dirección a Andorra, otra a Ariño y las otras tres que descendían hacia Albalate, desde donde una salía hacia Lécera y otra en dirección a Urrea e Híjar. En total se instalaron 200 kilómetros de redes de alta tensión.
El plano general de la instalación eléctrica muestra gráficamente las diferentes líneas, estaciones transformadoras y pueblos a los que, sucesivamente, fue llegando la electricidad. Todos los pueblos de la comarca se vieron beneficiados con la instalación de dicha fábrica, una de las pocas existentes por aquel entonces en Aragón.
Al principio no existían los contadores de corriente y la compañía instalaba una bombilla en la cocina y otra en el patio, a 125 voltios de intensidad. La sociedad tenía contratada la luz con sus abonados a un tanto alzado; se pagaban 50 céntimos mensuales para lámparas de 5 bujías. Había quien tenía en su domicilio 24 lámparas y pagaba al mes 10 pesetas. En 1924 la Compañía ya era la quinta empresa eléctrica instalada en Aragón.
Debido al progresivo aumento de la demanda de corriente eléctrica, la compañía Rivera-Bernad decidió construir una nueva central hidroeléctrica, denominada n.º 2, en la margen derecha del río. Un puente colgante, que todavía se conserva y que ha sido restaurado recientemente, cruzaba el río para conectar ambas márgenes. El salto de agua es sensiblemente inferior al de la central n.º 1 y su producción eléctrica, en consecuencia, fue muy inferior.
Si bien los mayores accionistas de la Compañía eran José Rivera y Antonio Bernad, otras personas del Bajo Aragón contribuyeron con su capital a engrandecer y consolidar el poder de la empresa. En Andorra, en concreto, fueron algunos miembros de la familia Sauras (Jaboneros) los que se convirtieron en socios económicos de Rivera-Bernad.
Con el paso del tiempo parece que algunos abonados de la Compañía Eléctrica manifestaban sus quejas en términos de calidad del suministro. Se decía que la luz era muy cara y deficiente, por lo que en 1926 un grupo importante de labradores de Andorra capitaneados por Isidro Abellán Alloza, el tío Isidro el Perdido, decidieron enfrentarse y hacer la competencia a Rivera montando una fábrica particular que produjera energía eléctrica competitiva. Al parecer, la mayor parte de los labradores “enchufaron sus casas” a la corriente de Isidro Abellán, si bien el Ayuntamiento siguió fiel al compromiso que había contraído con la Compañía Rivera-Bernad, por lo que el alumbrado público siguió en su red. Ante semejante desafío la compañía recurrió al dumping interno, bajó el precio desde 2 pesetas por bombilla y mes, a 1 peseta. Casi tres años después, una avería en el motor y las pérdidas del negocio obligaron a abandonar al “tío Perdido” y la posición de monopolio de la compañía se reafirmó.
La central estuvo en funcionamiento activo hasta 1964. Posteriormente, la Compañía Rivera-Bernad fue absorbida por Eléctricas Reunidas de Zaragoza. En 1988 realizó una gran reforma en la central n.º 1 que la modernizó y volvió a poner en servicio. Limpió las acequias y los túneles y se cambió la tubería vieja por una nueva y de mayor tamaño, rebajando a su vez 3 metros el piso para incrementar la altura del salto. En la actualidad su funcionamiento es automático y se utiliza con carácter de reserva para la red general de electricidad. Cuando la central no produce, el caudal de la acequia que desemboca en el embalse desagua en el río formando una llamativa y ruidosa cascada.
EL CELAN (Centro de Estudios Locales de Andorra) tiene como objetivo la investigación y estudio de los diferentes aspectos de la realidad cultural de Andorra y su ámbito comarcal, así como la defensa del Patrimonio Artístico e Histórico.
La actual organización del CELAN fue aprobada en la Asamblea General de Socios de febrero de 2001. Los órganos directivos -como las de cualquier organización- son la Asamblea General de Socios y la Junta Directiva.
El Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) comenzó su andadura en la primavera de 1999. Sus miembros fundadores proceden básicamente del Departamento de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del I.E.S “Pablo Serrano” de Andorra y de la Universidad Popular de Andorra.