Centro de Estudios Locales de Andorra
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Integrantes de la comunidad salesiana en Andorra, con el padre Javier en el centro de la fotografía. |
Los salesianos (miembros de la Congregación de San Francisco de Sales) se establecieron en Andorra (Teruel) a partir de 1956, llamados por la Empresa Nacional Calvo Sotelo -cuando era su administrador Juan Antonio Endeiza Obieta-, coincidiendo con los inicios de las explotaciones mineras y el consiguiente incremento notable de la población (sobre todo juvenil).
Comenzaron su actividad docente en el curso 56-57 para hacerse cargo de la formación profesional.
En 1974 se cerró la casa salesiana de Andorra, aunque todavía perduran en la localidad andorrana denominaciones como “el campo de deportes” o “el cine” de los salesianos (integrados en el actual IES Pablo Serrano).
Los primeros en llegar fueron los salesianos Francisco Javier Vallés (el padre Javier), Gonzalo Pascual y Fructuoso Mairal, que tenía el título de Maestría Industrial. Empezaron dando clase en un taller de mecánica que montaron en la calle Belmonte 46-54, taller que ampliaron con un equipo de soldadura, un torno, una fragua y un equipo de ajuste, trabajando la formación profesional que preparaba a los jóvenes para su integración en el futuro dentro de los talleres de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, hasta que esta se hizo cargo con la Escuela de Aprendices y el Programa de Promoción Obrera dependiente del Ministerio de Trabajo.
En el nuevo colegio de la calle Escucha, frente al antiguo economato propiedad de ENCASO, los salesianos compartirían la labor docente con los maestros ya existentes entonces en las escuelas nacionales, tanto de párvulos como de mayores (hoy Casa de Cultura y Residencia de la Tercera Edad), así como las escuelas del poblado pertenecientes al patronato de la Empresa; dieron clases a los últimos cursos de primaria y de bachillerato elemental, por libre, Francisco Javier Vallés (el padre Javier) y como jefes de estudios sucesivamente Luis Miró, Félix Sarasola, Jorge Oliva y Carlos Aragüés. Compartían las enseñanzas de bachillerato con la Academia de Santo Tomás de Aquino. Los alumnos se examinaban en el instituto Goya de Zaragoza y, posteriormente, en el Cardenal Ram de Alcañiz.
Fue decisiva en su actividad educativa la organización de las actividades extraescolares que llevaron adelante: deportes, con sus campeonatos, clasificaciones y premios; actividades de teatro y guiñol, con obras representadas en el cine Tívoli, Alcorisa, Alloza, Sádaba y La Almunia, siendo mixtas a partir de los sesenta en colaboración con las Hijas de la Caridad; cine dominical; música, con lo que supuso de enseñanza a muchos alumnos, creación de la rondalla, la banda de trompetas y tambores integrada por el grupo de boy scouts creado por ellos, que luego participó en las procesiones de Semana Santa y con el grupo de majorettes.
El colegio se dotó de una pequeña biblioteca para todo tipo de lectores: niños, jóvenes y adultos. Se inició con pocos medios, pero con el correr de los años, se convirtió en una amplia biblioteca de lectura y consulta. Impulsaron la revista Juventud, órgano de expresión de los jóvenes sobre los asuntos concernientes a la localidad.
Destaca entre estas propuestas la creación del conocido como MAO (Movimiento Anti Ocio), que generaba durante todo el verano actividades culturales y deportivas. Se realizaban competiciones de todo tipo, excursiones con diferentes grupos; juegos de mesa y se continuaban las actividades extraescolares.
Con el tiempo, empezaron a funcionar asociaciones de antiguos alumnos y cooperadores salesianos.
En el curso 1972-73, con la nueva Ley General de Educación, se reestructuraron los centros existentes en Andorra y los salesianos optaron por no integrarse en el nuevo proyecto educativo, quedándose con sus bachilleres hasta 1974; año en que, por la falta de vocaciones entre otras causas, se cierra la casa de Andorra, marchando el padre Javier para Alcoy y Pablo Aragüés para Albacete.
Salesianos que participaron en la obra salesiana de Andorra:
Francisco J. Javier Vallés, Gonzalo Pascual, Fructuoso Mairal, Vicente Molina, Juan Pérez, Antonio Jordá, José Gascó, Tomás Vidondo, Evelio Barambio, Manuel Jurado, Javier García, Pablo Aragüés (luego párroco de Andorra), Fernando Martínez, Luis Miró, Félix Sarasola, Jorge Oliva, Pedro Artera, Javier Vicent, Antonio Parra, Jesús López.
En 1981 se rindió un homenaje al padre Javier, la figura más destacada de los salesianos, quien acudió acompañado por los superiores de la congregación y en 1983 el Ayuntamiento de Andorra asignó su nombre a una plaza de la localidad.
En enero de 2007 se celebró el cincuentenario de los salesianos en Andorra con unas jornadas de convivencia en las que (además de la celebración de una misa solemne en honor de San Juan Bosco, su fundador, con asistencia del Padre Félix Sarasola, antiguo jefe de estudios del colegio en Andorra) se inauguró una exposición con imágenes de la actividad salesiana en Andorra, se proyectó el vídeo realizado por Santiago Marín y la Televisión Local Los salesianos en Andorra y se descubrió un monolito en el jardín del antiguo colegio-residencia salesiano (actual edificio del IES Pablo Serrano) con una placa y la inscripción: “Los antiguos alumnos a sus maestros y educadores. Los salesianos en el cincuenta aniversario de su llegada a Andorra. 27 de enero de 2007”, plantando al lado un olivo para simbolizar la antigüedad y permanencia.
La Congregación de San Francisco de Sales, cuyos integrantes son comúnmente conocidos como los salesianos, fue fundada a mediados del siglo XIX por San Juan Bosco, italiano nacido en I Becchi (Asti-Italia) en el año 1815. Se ordenó sacerdote en 1841 y dedicó su vida a los jóvenes marginados.
A principios del año 1854, después de una larga experiencia no sólo en el aspecto religioso-espiritual sino también en el humano y educativo, se rodeó de algunos jóvenes educadores que él había ido formando paulatinamente y juntos se comprometieron a iniciar un ejercicio práctico de caridad hacia el prójimo. A los que aceptaron este compromiso se les empezó a llamar salesianos.
Si se da este nombre a los primeros seguidores de San Juan Bosco, es por la devoción que él tenía a San Francisco de Sales, santo muy conocido en el antiguo reino del Piamonte, que destacó sobre todo por su carácter educativo.
En 1874 la Santa Sede reconoció definitivamente a la Congregación Salesiana.
En 1881 llegaron a España Utrera (Sevilla), los primeros salesianos; Sarriá en Barcelona es el segundo lugar y se van expandiendo trabajando desde sus propias instituciones en centros juveniles, escuelas elementales y enseñanza media, escuelas de artes y oficios, así como en iglesias abiertas al culto público.
EL CELAN (Centro de Estudios Locales de Andorra) tiene como objetivo la investigación y estudio de los diferentes aspectos de la realidad cultural de Andorra y su ámbito comarcal, así como la defensa del Patrimonio Artístico e Histórico.
La actual organización del CELAN fue aprobada en la Asamblea General de Socios de febrero de 2001. Los órganos directivos -como las de cualquier organización- son la Asamblea General de Socios y la Junta Directiva.
El Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) comenzó su andadura en la primavera de 1999. Sus miembros fundadores proceden básicamente del Departamento de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del I.E.S “Pablo Serrano” de Andorra y de la Universidad Popular de Andorra.