Centro de Estudios Locales de Andorra
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Sor Clara Mata, sor María Urra, sor Dolores Ramos, sor Lourdes Manso (las cuatro Hijas de la Caridad que formaban la comunidad de Andorra en 2006). De pie a la dcha., sor Consolación Moro. |
Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl llegaron a Andorra, Teruel, el 6 de agosto de 1955, llamadas por la empresa minera Calvo Sotelo, ya que Santiago Baselga conocía la tarea que desarrollaban y consideró que podía ser adecuado su servicio para la localidad.
Fueron cuatro las hermanas que se asentaron en Andorra. Atendían los comedores de los obreros, enseñanza de párvulos y el hospitalillo; después ampliaron su atención a la Escuela Hogar como formación y promoción de la mujer y a servicios sociales.
En 2006 (datos disponibles en el n.º 13 del BCI abajo referenciado), formaban parte de la comunidad andorrana sor Dolores Ramos Garrido (de Bujalance, Córdoba), que llegó el 26 de septiembre de 1955 y que se encargaba sobre todo de la Escuela Hogar de La Sindical; sor Clara Mata Villanueva (de Quintanaortuño, Burgos), que llegó en 1975, atendía la cocina de la comunidad y daba clases a las mujeres de la Escuela Hogar, además de realizar diversos trabajos manuales; sor María Urra Chaurrondo (de Iturgoyen, Navarra), que llegó en 1980, profesora del Colegio ENDESA y posteriormente del Colegio de Nueva Creación, y sor Lourdes Manso Muñoz (de Velayos, Ávila), que llegó en 1978, trabajadora social destinada en ENDESA. Todas atendían la iglesia y en coordinación con la parroquia, la formación religiosa.
Tras la jubilación, continuaron con tareas de apoyo a desfavorecidos, en coordinación con Cáritas, Cruz Roja y Servicios Sociales, con la Escuela Hogar de La Sindical y con grupos de pastoral y catequesis en coordinación con la parroquia, además de cuidar la capilla de La Milagrosa y ensayar con el coro.
Viven en la misma casa a la que llegaron al inicio, después de haber pasado por otros lugares.
El 14 de junio de 2007 recibieron la Medalla de Oro de Andorra por sus años de servicio y entrega. La corporación les rindió también homenaje dando el nombre de Hijas de la Caridad a una de las calles de la población.
La Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl fue fundada en París el 29 de noviembre de 1633 por Vicente de Paúl (sacerdote francés) y Luisa de Marillac (viuda con un hijo). Marillac reformó la atención que se proporcionaba en los hospitales, orfanatos, casas de expósitos, asilos, hogares de adopción, instituciones psiquiátricas y centros de ayuda en la Francia de su época (fue canonizada en 1934 por la Iglesia católica).
Desde el comienzo se dedicaron a ayudar a los pobres y a la educación, especialmente de las niñas, entonces excluidas de todo tipo de aprendizaje. Pronto su labor educativa se extendió a todos los países y a cualquier tipo de alumnos, dando preferencia a aquellos que cuentan con menos recursos, económicos o de otro tipo. A España llegaron en 1790.
Las Hijas de la Caridad no pretendían aprobación alguna ni del Estado ni de la Iglesia, según el pensamiento de que hacer obra de caridad no necesita permisos. Además, la regla general para los institutos femeninos, después del Concilio de Trento (1545-1563), era que todas las mujeres dedicadas al servicio de Dios debían asumir la clausura o de lo contrario se tendrían que cerrar sus asociaciones. La lucha de Luisa y de sus compañeras fue grande, en un tiempo en el que la mujer o era esposa o monja de clausura. Por eso ellas no son monjas, sino hermanas, para evitar esa dependencia de la jerarquía eclesiástica.
Han llegado a ser 50 000 en el mundo. En 2022 están presentes en 93 países, en los cinco continentes. Viven y sirven en los lugares de prioridad social: hospitales, escuelas, centros de acogida para las personas sin techo o que sufren dependencias o minusvalías, casas de niños de carácter social, hogares infantiles y de mujeres maltratadas, albergues para mendigos, residencias de ancianos, pisos tutelados, talleres ocupacionales, centros de rehabilitación de toxicómanos y centros psiquiátricos, economatos, presos y cárceles e inmigrantes para su integración, en colaboración con otras fuerzas vivas de la Iglesia y con diversos organismos y asociaciones.
En el año 1998, la congregación recibió la Cruz de San Jordi otorgada por la Generalitat de Catalunya y en 2005 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en su vigesimoquinta edición, por "su excepcional tarea social y humanitaria en apoyo de los desfavorecidos, desarrollada de manera ejemplar durante casi cuatro siglos, y por su promoción, en todo el mundo de los valores de la justicia, la paz y la solidaridad".
EL CELAN (Centro de Estudios Locales de Andorra) tiene como objetivo la investigación y estudio de los diferentes aspectos de la realidad cultural de Andorra y su ámbito comarcal, así como la defensa del Patrimonio Artístico e Histórico.
La actual organización del CELAN fue aprobada en la Asamblea General de Socios de febrero de 2001. Los órganos directivos -como las de cualquier organización- son la Asamblea General de Socios y la Junta Directiva.
El Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) comenzó su andadura en la primavera de 1999. Sus miembros fundadores proceden básicamente del Departamento de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del I.E.S “Pablo Serrano” de Andorra y de la Universidad Popular de Andorra.