Centro de Estudios Locales de Andorra
Ángel García Cañada (mayo de 1934-noviembre de 2014)
Con ascendentes turolenses por parte de sus abuelos maternos, nació en Nerpio (Albacete) el 18 de mayo de 1934.
Llegó a Andorra siguiendo a sus tres hermanos mayores: Josefina, Albino y Matías, en busca de un futuro mejor. Desde los 17 años residió en dicha localidad.
En 1958 contrajo matrimonio con María Félez Blasco. Tuvieron tres hijos: María José (13-9-59), Angelines (7-2-63) y Javier (27-8-68). Seis nietos y dos bisnietas completan la estructura familiar [datos de 2020].
En Andorra desarrolló su vida profesional hasta 1990 en distintas tareas relacionadas con los talleres eléctricos del complejo minero de la zona. Además de por su participación en otras actividades detalladas en los siguientes apartados, destacó por su afición al coleccionismo, que le llevó a recoger en distintos lugares de Andorra viejas piezas desechadas u olvidadas relacionadas con la mina, la agricultura, etc. Aunque conservó una parte de la colección en su casa, donó la mayoría de las piezas al Ayuntamiento de Andorra, que habilitó, a su vez, el edificio conocido como Horno de Pan Cocer para convertirlo en un espacio expositivo que alberga la Colección Etnográfica Ángel García Cañada.Aficiones e iniciativas sociales
Cuando llegó a Andorra en 1951 comenzó a trabajar de peón en las casas del poblado y en la carretera de Albalate. A la entrada del invierno, por intercesión de su hermano Albino -que trabajaba en las oficinas de la empresa Calvo Sotelo-, D. Carlos González Conde y de Borbón, ingeniero jefe de la Calvo Sotelo, lo llevó a su casa, como encargado de la calefacción y de distintas tareas de mantenimiento, hasta que Ángel llegó a la mayoría de edad.
Entonces se incorporó a la empresa como ayudante de maquinista en el momento en que se hacían las excavaciones del tendido de la línea de tren Andorra-Escatrón. Del 2 de mayo al 18 de julio, estuvo en el plano general de la mina Andorrana. El 19 de julio pasó a ser ayudante de una pala excavadora eléctrica en la construcción del ferrocarril Andorra-Escatrón y de ahí pasó al taller eléctrico de peón especialista, trabajando en el tendido de línea de las subestaciones de las minas Oportuna, Tremedal y Rosa Cinta, en el tendido eléctrico del poblado minero y en los transformadores de alta y baja tensión de las minas Oportuna, Andorrana, Tremedal, Innominada, Pozo de San Juan, Rosa Cinta, María y Mercedes.
Después trabajó en interior, en montaje de cables y transformadores por los planos de minas y pozos; en salas de bombas de desagüe; en el Pozo de San Juan de la mina Innominada, mina en la que estuvo dos años en mantenimiento de instalaciones, y en los tajos franceses de la misma mina. También intervino en el montaje de la máquina de extracción belga en el plano segundo de la mina Andorrana y en 1958 estuvo en la mina Severa, de Escucha.
Fue jefe de equipo de mantenimiento eléctrico durante cuatro años en la mina Andorrana; contramaestre en interior y exterior en la mina Oportuna, con 18 personas a su cargo; pasó después a ser programador de las reparaciones en la oficina general y luego estuvo en el taller eléctrico hasta el 13 de febrero de 1990, fecha en que se jubiló.
Además, inquieto y trabajador, desde 1972 a 1984 llevó con su familia el Cine Tívoli. Hacían tres sesiones los festivos y una sesión nocturna el sábado por la noche.
Además de desempeñar su trayectoria profesional, Ángel encontró tiempo para participar en muchas actividades e iniciativas sociales: estuvo en la Asociación de Padres del Instituto cuando estudiaban sus hijos, fue procurador de San Macario de 1981 a 1985 y participó dos años más en la Junta de San Macario (1989-1991), fue socio de Cruz Roja durante 20 años, se asoció a ADIPA, formó parte un año de la Comisión de Fiestas, colaboraba con Cierzo, perteneció a la Cofradía de San Juan.
Miembro del CELAN desde sus inicios, Ángel colaboró habitualmente con las actividades del Centro de Estudios. participó en las jornadas Andorra Siglo XX; sobre todo, en la exposición La casa, la mina, la tierra y en la Revista de Andorra número 5, dedicada especialmente a las jornadas “El oficio de minero”, con su artículo “Homenaje a los mineros fallecidos por accidente en las minas”. Por las características de su trabajo le había tocado atender a personas accidentadas en las minas y ese recuerdo nunca se perdió en su memoria. Su idea inicial era descubrir una placa conmemorativa en el Pozo de San Juan. Transmitió al CELAN sus inquietudes y, a partir de ahí, se gestó algo mucho más amplio, las citadas jornadas “El oficio de minero”, que supusieron una actividad muy ambiciosa en la que se implicó mucha gente y en la que Ángel fue uno de los que desde el principio hasta el final cooperó de forma continuada, aportando su trabajo, sus saberes, sus objetos y sus recuerdos.
Una vez acabadas las jornadas, Ángel prolongó su colaboración con los voluntarios de la Asociación Pozo de San Juan en la recuperación del patrimonio minero de Andorra y en el desarrollo del museo minero MWINAS
Otra faceta de García Cañada era la recogida de objetos curiosos. En el horno de pan cocer de Andorra, se puede visitar la Exposición Etnográfica Ángel García Cañada, con piezas que él reunió y donó, estudiadas y documentadas, que reflejan los oficios y la vida rural tradicional. En su casa tenía otro montón de objetos, al lado del 600 con el que se le veía por el pueblo y, sobre todo, en la cabalgata de Reyes y allí recibió la visita de los anticuarios del programa de televisión Zarrios, para los que se prestó a “vestirse de antiguo” con el fin de recordar oficios y tareas ya perdidos.
Otra de sus aportaciones a Andorra fue su torre Eiffel, una réplica en hierro de la torre parisina, que ocupa un lugar central en la plazoleta ubicada frente a la Casa de Cultura.
Por sus contribuciones a la creación de la Asociación Cultural Pozo San Juan y al desarrollo del Museo Minero MWINAS se le rindió un homenaje en 2009 dentro de la actividad La Mina en Solfa.
El CELAN, tras su fallecimiento, realizó un libro dedicado a él con el título Pasión por Andorra.
En diciembre de 2019 recibió el Premio al Mérito Cultural 2019 a título póstumo, por su labor en defensa de la cultura y el patrimonio, otorgado por el Patronato de Cultura y el Ayuntamiento de Andorra.
EL CELAN (Centro de Estudios Locales de Andorra) tiene como objetivo la investigación y estudio de los diferentes aspectos de la realidad cultural de Andorra y su ámbito comarcal, así como la defensa del Patrimonio Artístico e Histórico.
La actual organización del CELAN fue aprobada en la Asamblea General de Socios de febrero de 2001. Los órganos directivos -como las de cualquier organización- son la Asamblea General de Socios y la Junta Directiva.
El Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) comenzó su andadura en la primavera de 1999. Sus miembros fundadores proceden básicamente del Departamento de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del I.E.S “Pablo Serrano” de Andorra y de la Universidad Popular de Andorra.