 |
Arturo Fernández Cáncer, según un dibujo de Javier Escudero Tellechea de 1992. |
Arturo Fernández Cáncer (1906-1991), maestro de primera enseñanza, nació el 31 de octubre de 1906 en Azuara (Zaragoza).
Hijo del veterinario de dicha localidad, estudió Magisterio en la Escuela Normal de Zaragoza. Mientras esperaba hacer oposiciones, abrió en 1926 un colegio privado en su pueblo natal. Tras ganarlas, ya como maestro nacional, tuvo un primer destino en Cirujales del Río (Soria), en 1930, y ese mismo año pasó a ejercer la docencia en Alloza, donde permanecería casi catorce años, hasta su traslado a Zaragoza en 1944 -al Grupo Escolar Joaquín Costa-.
Fue designado como alcalde durante la II República y presidió el ayuntamiento que dio el triunfo al Frente Popular en las elecciones de 12 de febrero de 1936. Tras la toma de Alloza por el ejército sublevado en 1938, fue objeto de un largo proceso de depuración política que le obligó a presentar avales de su conducta. Durante los primeros años de posguerra organizó veladas teatrales y promovió la lectura, atendiendo la Biblioteca Municipal.
Casado en 1940 con Pilar Clemente Sauras, entonces maestra en Andorra, sus hijos M.ª Pilar y Eloy nacieron respectivamente en Alloza y Andorra. Siempre mantuvo vivos los vínculos con la población de Alloza y divulgó algunos personajes y episodios de la historia de esta población a través de conferencias y artículos en prensa o revistas especializadas.
En 1951, en un artículo que escribió junto al catedrático Antonio Beltrán, dio a conocer los primeros hallazgos de época prehistórica que se encontraron en la localidad, continuados años después en El Castelillo por la arqueóloga Purificación Atrián. Y anotó y ordenó cientos de palabras propias de la localidad, un vocabulario “aragonés” que se publicaría en la revista Fuella con el título “El habla de Alloza”. La reproducción de ambos textos figura en el número 6 de la Revista de Andorra, en el artículo dedicado al centenario de su nacimiento (puede accederse a su contenido en el enlace incluido en bibliografía).
 |
Arturo Fernández en Alloza con algunos de sus
antiguos alumnos
|
Sus antiguos alumnos de Alloza le dedicaron un homenaje en 1973, con motivo del Día del Maestro, en un acto solemne en el salón del ayuntamiento, con asistencia del delegado provincial de Educación y otras personalidades. Poco antes de su muerte, ocurrida en Zaragoza en 1991, la corporación municipal acordó dar su nombre a las Escuelas.
Referencias bibliográficas