Albino Cañada Giner (1914-2005) nació en Cuevas de Cañart, pero su vinculación con Andorra (Teruel) fue muy temprana; tan sólo contaba con dos años de edad cuando su familia se trasladó a esta localidad, donde su padre (Albino Cañada Gil) había obtenido la plaza de veterinario y donde nacieron sus hermanos Ángel y Angelina.
Tras estudiar Magisterio, en 1934 se le adjudica en propiedad una plaza de maestro en Albalate del Arzobispo en la sección graduada.
Desde el comienzo de la Guerra Civil se unió al ejército republicano, en el que destacó, finalmente, como responsable de la labor desempeñada por las Milicias de Cultura en las unidades del ejército de Levante.
Afiliado a FETE-UGT y al PSOE, afín más bien a la corriente prietista, empezó la guerra siendo miliciano en el batallón Komsomol –formado con maestros afiliados a la FETE– destinado al frente de Huesca, en Sangarrén. Durante su estancia allí, de golpe, le nombraron responsable de las Milicias de Cultura de la XXXIX División, sin pasar por la responsabilidad de brigada. Después tuvo un nuevo ascenso para pasar a ser el responsable de Cultura del XIII Cuerpo de Ejército con base en Mora de Rubielos y acabar por último como responsable de todo el Ejército de Levante, cuando lo dirigía el general Juan Hernández Sarabia.
Represaliado tras la guerra, fue encarcelado y desposeído de su plaza de maestro.
En la celda de la cárcel de Torrero de Zaragoza coincidieron varios maestros, entre ellos, el dueño de la Academia ALM de Barcelona, Alfonso Miguel, quien al parecer se comprometió a colocar a todos en ella conforme fueran saliendo de la cárcel.
A Albino lo envió a Vitoria como director de la academia de formación de peritos comerciales que allí tenía abierta. Allí Albino residió muchos años con su esposa Regina Obón Valero, tras cuya muerte regresó a Aragón.
Relacionadas con el desempeño de su trabajo escribió algunas obras (Contabilidad moderna, Curso práctico de correspondencia general, Prácticas ortográficas y Curso práctico de redacción) varias veces reeditadas.
En Vitoria se incorporó a la vida cultural de la ciudad, fue miembro habitual de tertulias de poetas y narradores y uno de los fundadores de la Institución Canciller Ayala. En 1945 se presentó a la convocatoria de Juegos Florales de Vitoria y obtuvo el primer premio con la composición Las cuatro estaciones y un soneto a manera de prólogo.
También es autor de otra obra compuesta por seiscientas aleluyas y titulada Reflexiones de un anciano en soledad.
Se tiene noticia de que tras su vuelta a Andorra, se integró en la vida cultural de la localidad colaborando con algunos artículos en periódicos de la provincia y que en 1980 ganó el primer y segundo premio de letras de jotas en el concurso organizado por la Peña El Cachirulo de Andorra, de la que también llegó a ser presidente (1993), según consta en el periódico Diario de Teruel.
Falleció en Zaragoza el 29 de diciembre de 2005.
Referencias bibliográficas