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Francisco Alquézar (en primera fila a la izda.) con sus hermanos (Matías, María y Antonia) y su madre (María Ginés) en una foto de 1938. |
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Francisco Alquézar Ginés nació en Andorra el 6 de julio de 1928. Fue el último esportonero de la localidad, oficio que le venía de familia pues su abuelo materno (Matías Ginés Galve) también lo fue y transmitió sus enseñanzas a la madre de Francisco (María Ginés), y esta, a su vez, a sus hijos y su marido.
Contrajo matrimonio con Julia Rudilla Alquézar, con la que tuvo cinco hijos.
El trabajo de Francisco consistía en la elaboración de los diferentes aperos que le encargaban y también en su arreglo o reforzamiento posterior, para lo que resultaba imprescindible el esparto, planta que no crece en Andorra y que requiere un arduo trabajo antes de ser empleado por el esportonero.
Francisco compraba la planta ya preparada en rollos, conocidos en nuestra zona como plaitas o llatas. Con ese material ya podía ponerse a tejer los diferentes aperos, para la elaboración de los cuales necesitaba la ya mencionada plaita, jareta, hilo de esparto y agujas de 30 centímetros o más. Además, utilizaba un zamarro preparado a molde por el guarnicionero, que duraba sólo diez o doce meses por el roce con la cabeza del esparto.
También hacía otros utensilios para el campo y la casa: cenachos, capazos, capacetas, cuévanos, gavias, sogas (para la garrucha y para acarrear), cajones para los carros, comederos para los machos, fencejos, persianas, esteras, etc.
Bibliografía
- Coto, Josefina y Villarroya, Pilar, “El esportonero”, BCI (Boletín de Cultura e Información) n.º 4, Andorra, CELAN, 2002.