Restaurante Toni
La parte del “A tiro de piedra” destinada a la gastronomía se ha realizado en Letux. El lugar elegido ha sido el gastrobar-café BERNAMA, como reza su letrero de la entrada, más conocido como el restaurante Toni. Regentado por Toni Pechuán, lleva en marcha un año y unos meses.
El local es pequeño y acogedor, deja a un lado una barra cubierta de sugestivos pinchos y al otro unas mesas destinadas al servicio de comidas. Nos consta que una terracita cubierta, al fondo del bar, es utilizada también para estos menesteres.
Nos proponen, para empezar, unos pinchos de queso envueltos en cecina de León, unas sabrosas albondiguillas de carne y en el centro una ensalada de la casa. Como plato único nos sirven una paella de marisco. En este plato se nota la mano del cocinero de origen valenciano que deja en su punto el arroz y le da el sabor fruto de un “suquet” muy bien elaborado. La cantidad es abundante, tanto que se agradece no haber pedido un segundo.
También ofrece, para los menos arroceros, un digno cabrito asado, tierno y sabroso con guarnición de patatas, un poco excesivas en la picada final de ajo y perejil, aunque, como explica el cocinero, la añade al final y por supuesto se puede prescindir de ella.
La oferta de los postres es escasa pero de gran calidad. El flan de queso casero, elaborado con cariño, está delicioso y sustituir la nata por un trocito de pastel ruso es todo un acierto.
También la oferta de vinos es escasa pero tienen Aldeya, tinto joven de Cariñena que acompaña perfectamente tanto a la paella como al cabrito.
El servicio es inmejorable. La dueña del “gastrobar”, Pili, pone todo su empeño en que estemos a gusto y comamos bien. Local totalmente recomendable teniendo en cuenta que la apuesta es arriesgada.
- Creado el