Miravete de la Sierra
Esta joya rural de nuestra provincia se ubica al pie de la sierra de Lastra, en el curso alto del río Guadalope y en las inmediaciones de la sierra de Gúdar.
Con apenas 28 habitantes se ha constituido en el símbolo de la despoblación de la Ibérica, pueblo, como rezaba un spot publicitario, “donde nunca pasa nada”.
Su casco urbano es un conjunto arquitectónico de pequeña dimensión pero cargado de edificios declarados Bienes de Interés Cultural.
Al entrar nos encontramos con un pairón del siglo XV que nos preludia la belleza del interior. Para llegar a la Plaza Mayor se cruza un puente del siglo XVI con un amplio ojo. En la plaza damos con edificios de interés como el horno, la Lonja o antiguo Ayuntamiento con un trinquete con arcos de medio punto rebajados y la casa rectoral que separa esta plaza de la de la iglesia.
La Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves se construyó entre los siglos XV y XVI de estilo gótico-renacentista. Consta de una nave central cubierta con bóvedas de crucería estrellada, dividida en tres tramos, con capillas en los contrafuertes y cabecera poligonal también cubierta con bóveda de crucería. Posee un patio cerrado frente a la fachada principal y un claustro/atrio con ojivas. Una esbelta torre sobresale del templo. De la iglesia sale un pasadizo que comunica con la calle del Palillo. Sobre los edificios se hallan dos piedras inclinadas denominadas del Castillo, pues se especula que se erigió allí una antigua fortaleza que dominaba el valle del Guadalope.
Finalmente nos dirigimos a barrio de las Regaderas frente al Arrabal donde destaca la casa Cavero y la ermita de San Cristobal.
El recorrido nos enseña calles empedradas, casonas y casas de reciente creación donde se supone que acude un turismo sobre todo estival.
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