La central térmica de Aliaga
Caminado algo menos de dos km hacia La Aldehuela, aguas abajo del Guadalope, surge de pronto el sorprendente edificio gigante de hierro y ladrillo abandonado que fue la Central Térmica de Aliaga. Comenzó su andadura en 1950 con dos grupos generadores aunque en 1958 se añadió un tercero con la finalidad de aprovechar del carbón de la zona. Era propiedad de la compañía "eléctricas Reunidas de Zaragoza" (ERZ), y posteriormente fue integrada en el grupo ENDESA.
En su día fue la central más moderna de España, contando con una sala de calderas de 76 metros de longitud y 38 de altura. El agua para la refrigeración de la planta se extraía del pequeño embalse construido muy cerca del río Guadalope. El transporte de carbón en vagonetas desde las minas se realizaba mediante un complejo sistema de torretas y cables del que quedan algunos vestigios que se pueden ver en el trayecto de Campos.
La central supuso un importante empuje económico para la zona que aumentó su población -llegó a contar con 2.000 habitantes, la mayoría de los cuales vivían de la producción eléctrica y de las minas de carbón-, pero en 1958 el carbón de las cuencas próximas se agotaba, las minas comenzaron a cerrar y se tuvo que transportar por carretera, lo que incrementó considerablemente los costes de producción de la central. Poco a poco la producción agonizó hasta que en 1982 se produjo el abandono final y definitivo tras 30 años de funcionamiento
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