"Pactos", última novela de Albert Villanueva.
La feria del libro ha regresado a Andorra, después del parón de dos años por la pandemia, y con ella una serie de actividades relacionadas con el mundo del libro y la promoción de la lectura.
Para empezar, un escritor, de sobra conocido en Andorra, ha vuelto para presentar su segunda novela. Hablamos de Albert Villanueva.
El acto de presentación ha estado protagonizado por el escritor y por Juan Carlos Aznar, amigo suyo desde hace muchos años. En la primera parte se ha repasado la biografía de Albert y su vinculación con Andorra. Sus padres eran de aquí y él pasaba muchos veranos en el pueblo, aunque nació en Gavá hace 60 años. También nos ha recordado que su primera novela “Por hacer a tu muerte compañía” se presentó en este mismo espacio de la mano de otra amiga entrañable, Sara Luque.
Realizada la introducción, ha tomado la palabra el escritor para explicar los pormenores de su última novela negra tratando de no destripar la trama de la obra. De manera amena ha ido desgranando la periferia de su creación y cómo la empezó a escribir en el verano de 2019. Con mucho trabajo y sin la ayuda de las musas sacó adelante una tercera parte de la obra. La parálisis vino en marzo de 2020 con la Covid-19, que reventó nuestra normalidad. En principio no le disgustó la idea de encerrarse en casa y dedicarse a la docencia desde el ordenador pensando, iluso, que era un regalo de tiempo para seguir con su relato. Nada más lejos de la realidad, su trabajo profesional se duplicó y el tiempo se le fue de las manos entre Classroom, contraseñas y pantallas de ordenador. Cuando empezó el curso con normalidad trató de volver a su normalidad creativa pero se encalló. Hasta enero del 2021 no hubo manera de añadir una frase al documento. De nuevo las musas se le presentaban esquivas. Por fin consiguió acabar la novela pero entonces se sumó el problema del papel. El suministro de esta material para las editoriales estaba escaso, situación que provocó un nuevo retraso.
Contadas las peripecias de un creador, Albert ha pasado a detallar los entresijos de “Pactos”. El protagonista es Miguel Pruna, inspector de los mossos d`escuadra, hijo de Gavá aunque no vive en la localidad. Se acerca muy poco y cuando lo hace es para visitar a su madre. Su sospechosa muerte da paso al nudo de la obra que empieza, precisamente, con la investigación. Esta circunstancia le va a obligar a enfrentarse con su pasado. Según va abriendo puertas va descubriendo una serie de pactos: uno de amistad, otro de silencio y otro de venganza que tratan de cerrar heridas abiertas. En este camino el autor pretende que el lector empatice con el asesino tratando de demostrar que cualquiera puede convertirse en una persona distinta a la que es y que la revancha solo produce mayor insatisfacción. Uno de los pactos traslada al lector a los años 60 y en concreto a las devastadoras riadas que ocurrieron en 1962 en la zona del Vallés afectando entre otras localidades a Gavá. Las víctimas fueron los protagonistas del éxodo rural que se estaba provocando durante esos años. Mucha población de toda España acudió a Barcelona en busca de trabajo en una industria en pleno desarrollo. Su llegada masiva a una ciudad que no estaba preparada para albergar a tanta gente provocó que se hacinaran en barracones y chabolas construidas en las rieras que se convirtieron en la canalización de los 200 litros por metro cuadrado que cayeron durante tres largas horas. Murieron más de mil personas y los que quedaron lo perdieron todo. El franquismo lo aprovechó para afianzar su imagen, las autoridades acudieron a la zona del desastre para prometer ayudas y sobre todo hacerse la foto. No llegó nada de lo anunciado. Al cabo de un año construyeron las llamadas “casitas de San Rafael” verdaderos barrios de barracones sin apenas servicios. Gran parte de las donaciones que realizó la población acabaron en manos de especuladores o en los mercadillos. Las ayudas económicas se destinaron a las industrias. En este mar revuelto hubo tráfico de huérfanos y listas negras de vecinos que el Régimen calificó de “non gratas” a los que metieron en trenes y los mandaron a sus lugares de origen.
La madre de Pruna vivió en las casitas de San Rafael y es uno de los lugares en los que se prepara su asesinato. Y hasta aquí nos ha contado nuestro invitado consiguiendo crear expectación ante el argumento de “Pactos”. Solo queda abrir el libro y leer.
Tras esta intervención se ha pasado a un turno de preguntas y con esto se ha cerrado la primera actividad de la Feria del Libro del año 2022.
Texto: Beatriz Ara. Fotos: Javier Alquézar Penón.
- Creado el